Buenos Aires sin mujeres es Viejos Aires.
Así lo afirmo. Quizá mi opinión no vale mucho más que la tuya, pero escribo desde el sentimiento, y aquí en Analistas nunca me han capado un artículo.
No es mi intención juzgar ni señalar a nadie, pero tengo que reconocer que este Buenos Aires Master no lo estoy siguiendo tanto.
Puede ser que estemos ya a final de temporada y me encuentre cansado de tanto pádel. Muchos partidos, no sólo de WPT, en mi Ipad. Puede que también influya el aprovechar más tiempo con mis hijos los fines de semana.
Sea lo que fuere, me faltan las chicas. Esas que ya considero mías. El mundo del pádel tiene una cercanía más aumentada que el del fútbol.
Los ídolos son más cercanos (por ahora) y siempre cuento que he tenido la suerte de poder tener al alcance de un whatsapp a los y las mejores del mundo. Aranza, Marta, Mapi, Marcela, Ari, Paulita, Victoria, Cata, Gala, Lucía, Martita, Nela, Alba, Tamara, Carolina, Sandra, Sara, Anna…
A todas vosotras gracias. Y por eso os escribo. Y también va para ellos estas líneas. Os echo de menos.
Me parece un sacrilegio que quieran bailar un tango sin la parte femenina. No se puede. Los movimientos son rápidos y fuertes allá en Buenos Aires, sí. Pero les falta la delicadeza y el perfume.
Les falta allá ahora mismo las caderas. Los gemelos. Y Las Gemelas.
Subir y bajar la pelotita. Esas piernas fuertes. Los reveses a dos manos. Vamos vamos bicha. Inteligencia y constancia. Saber ganar el punto y trabajarlo. Eso es el pádel femenino. El pádel.
Recuerdo la campaña comunicativa donde nos tapábamos un ojo de la cara para reivindicar que sin el deporte femenino vemos sólo la mitad. ¿Dónde están los que posaban de postureo?
Somos iguales, somos diferentes. La belleza radica, en parte, en eso. Los animales, las plantas, los humanos, somos distintos. Pero todos compartimos los mismos colores.
Y en el pádel, en mi opinión, todos compartimos pista. El suelo es azul para todos, así que deberíamos mostrarnos en igualdad de condiciones.
Deberían poder verse igual, para el que lo quiera, claro. Deberían cobrar igual.
Vuelvo a ser pesado, a dar la chapa con estas cosas, pero es que siguen pasando los meses y los años, y aún queda mucho por mejorar.
Entiendo que los cambios bruscos duelen, pero curan antes. ¿Os acordáis de la tirita cuando sale? Pues eso. Hagámoslo ya y pongamos en las mismas condiciones a todos y todas los que nos dan felicidad.
Que levante la mano el que no se agarró al sofá viendo el partido Argentina-España entre Aranza y Delfi y Ari y Paulita. ¿Allí no había orgullo patrio? ¿Alguno de los que me leéis creéis que les haríais un sólo juego en la pista?
El pádel argentino y el español son los más representativos de este deporte. Y no me gusta que no haya mujeres peleando en un Master Final en Buenos Aires. Ni en ningún sitio.
Dicho queda, no es pataleta. Quiero seguir pensando que alguna vez podría ponerme delante de Gemma Triay y aguantarle dos voleas.
Sé que lo que hacen los marcianos como Galán, Lebrón, Paquito, Bela, Sanyo…es de otro mundo. Pero ponerte en el azul con alguna de las chicas os aseguro que refleja que están a años luz de lo que intentamos hacer algunos con una pala en la mano.
Leí hace poco que ha nacido el Sindicato Español de Jugadores y Jugadoras de Pádel. A ver si es capaz de unificar criterios y que todos y todas se unan bajo el mismo paraguas.
Al fin y al cabo yo lo que quiero es pádel. #mushopadel
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