Estamos en plena Semana Santa de pádel. Por fin ha acabado la Cuaresma de tres meses y medio. Jugadores y jugadoras se han entrenado en esta pretemporada de cara al inicio de temporada, pero para eso hay que llegar al Sábado de Gloria y posterior Domingo de Resurrección.
Alguno me ha confesado que tanto preparativo está siendo un Vía Crucis. Que llevan muchos días ya a dieta de pollo a la plancha y verduras, casi como el ayuno de Cristo en el desierto. Que son seis horas de entrenamiento y ocho de sueño casi por orden del mismísimo Moisés.
Nuestros jugadores estrella ya se han hecho la cruz en la frente y, cual Miércoles de Ceniza, han quemado sus errores pasados para enfocar la Pascua libres de pecados.
Esa Pascua llamada World Padel Tour, que empieza la semana que viene y que ya tiene escondidos sus huevos pintados en diferentes jardines. El primero es el Wizink Center. Allí, sólo los privilegiados podrán encontrar regalos debajo de alguna volea o de alguna sacada por tres.
Los capillitas, esos Paquitos o Juanes del sur, ya tienen velas puestas a sus santos. Hace poco Alejandro Galán me confesaba que él lleva algún objeto de personas queridas en el paletero. Como los toreros y sus amuletos antes de saltar al ruedo.
Este fin de semana empieza con un Viernes de Pasión . Los romanos ya están con espadas en alto en busca de alguien a quien crucificar. Nosotros seremos indulgentes con todo aquel que predique con el ejemplo.
Las madres de algunos jugadores y jugadoras representarán en las gradas esa Soledad de María. Un Sábado Santo tras otro, hasta diciembre. La más conocida el año pasado fue la madre de Aranza Osoro. Aquella videollamada con ambas llorando al pasar la vikinga a semis se nos quedó en el corazón.
Durante la Semana Santa en España vemos muestras de religiosidad como las renovaciones de las marcas a sus jugadores para darles cariño y apoyo en su trabajo. Bullpadel, Nox, Black Crown, Starvie, prorrogan a los gladiadores para que se lo dejen todo en la arena.
Algunos cantan saetas en instagram a modo de stories. Nosotros somos más de sorteos. El reto ahora es no salir de cuadro, algunos. Y subirse a las Tres Cruces, otros.
También hay quien ya ha cobrado sus 30 monedas de plata. No señalaremos a nadie. Pero cada año se repite la historia y al de siempre lo llevan a la cruz. Y suelen ser los mismos, no me equivoco. Llevamos así más de 2000 años.
Todo este folklore empieza el domingo pasado, mi Domingo, pues soy Ramos de segundo apellido. En Padelona (Radio Marca Barcelona) dimos inicio a esta semana que sirve de frontera entre la Cuaresma y la Pascua. Hablando de pádel, como siempre, con nuestro rasario. Bendiciendo el «palón» delante del micrófono.
Aunque tiene mucha fama en Sevilla (Paquito), Málaga (Bea González) o Cádiz (Lebrón), esta fiesta del pádel también está en auge en Valladolid, Barcelona, Madrid. Con representantes como Sanyo, Bela o Martita. En cada ciudad hay una cofradía.
En Barcelona está la Cofradía de San Miguel de Sciorilli, donde se junta un buen grupo de imágenes a venerar: Belasteguín, Ari Sánchez, Sanyo (antes Tapia). En Madrid el Paso de Mariano reune en la M3 Pádel Academy a Las Gemelas, los Galán, Lebrón… Hay muchas más cofradías, por suerte repartidas en casi todos los puntos de nuestra geografía.
Todos los feligreses, entre los que nos incluimos en Analistas Pádel, hemos planchado bien el capirote y estrenamos traje de penitente, dispuestos a caminar al lado de nuestro Cristo o nuestra Virgen María, allá cada cual. Con la cabeza gacha, orando para que entren todas sus bolas, y acompañando al paso hasta devolverlo a su iglesia de madrugada.
En cualquier calle de España estos días puedes girar una esquina y encontrarte a miles de personas en silencio, haciendo acto de contrición, y mirando al cielo para que no llueva (o para que no nos endurezcan las medidas sanitarias) y podamos ver al Cristo o a la Virgen en todo su esplendor.
Desde ahora, cuando en un partido veáis una defensa desde el fondo de la pista y hayáis leído este artículo pensareis conmigo: «¡al cielo con ella!».
Espero que os haya sacado una sonrisa.
Semana Santa de pádel. Sed buenos.