Como ya hemos mencionado anteriormente en otros artículos de esta misma sección, el rendimiento deportivo del jugador de pádel es producto de cuatro grandes grupos de capacidades: físicas, psicológicas, tácticas y técnicas. Por eso en el post de hoy queremos hablaros de los factores psicológicos en el pádel de alto rendimiento que consideramos más importantes a la hora de formar campeones. ¡Vamos allá!
¿QUÉ ES EL DEPORTE DE ALTO RENDIMIENTO?
Aunque los factores psicológicos de los que vamos a hablar son igualmente importantes con independencia del nivel de juego de cada uno, sí que están especialmente orientados a los jugadores de alto rendimiento.
El deporte de alto rendimiento es aquel que se desempeña con la intención, las exigencias y la finalidad de formar parte del ámbito profesional a través de competiciones.
Dadas las estrictas implicaciones que conlleva para sus practicantes, debe ser entendido como un verdadero modo de vida. Por poner un ejemplo, el mantenimiento de la condición física no es un requisito para jugadores amateur o que juegan con metas exclusivamente recreacionales…
Pero para un jugador de élite del WPT, velar por la mejora de su forma física no es algo opcional: es literalmente una condición obligatoria para seguir siendo jugador profesional.
Y esto se aplica exactamente igual a los otros tres conjuntos de capacidades del rendimiento deportivo. Parece duro, ¿verdad? Pues no es ni la punta del iceberg…
Por si fuera poco, no basta con todo esto, porque los ojeadores y métodos de búsqueda y detección de talentos deportivos están siempre a la “caza y captura” de las mejores promesas que serán jugadores de élite el día de mañana.
Este es un tema realmente fascinante, al que tendremos que regresar en otra ocasión porque la psicología contribuye (y no poco, precisamente) al descubrimiento de nuevos talentos mediante la administración de tests, pruebas psicométricas y cuestionarios confeccionados específicamente para ese propósito.
Pero no os preocupéis: si os habéis quedado con hambre de más información acerca de lo que significa el alto rendimiento en el pádel os va a encantar este video del CAR (Centro de Alto Rendimiento) StarVie. Así da gusto entrenar, ¿a que sí?
FACTORES PSICOLÓGICOS CLAVE EN EL PÁDEL DE ALTO RENDIMIENTO
A continuación vamos a presentar los principales factores psicológicos con los que trabaja el psicólogo deportivo y que marcan la diferencia entre los mejores jugadores del mundo y el resto de jugadores de pádel.
MOTIVACIÓN:
La motivación es un constructor psicológico que ha sido objeto de multitud de teorías y abordado desde un gran número de enfoques a lo largo del tiempo. La motivación se puede resumir como el “motor” que impulsa y da sentido a la dirección, naturaleza e intensidad de nuestras conductas. Es decir: es la auténtica razón que nos mueve a dedicamos al pádel.
Por sus procesos característicos, la motivación está íntimamente relacionada con la auto-eficacia, el estado de flow, la auto-confianza, la consecución de metas de logro, la autodeterminación…
En función de tipo de incentivo que impulse las conductas, la motivación puede ser intrínseca (el proceso motivacional surge del mismo jugador en ausencia de otro tipo de elementos externos) o extrínseca (basada en incentivos de influencia externa, como pueden ser el dinero, la fama, el reconocimiento de nuestro entrenador…)
RASGOS DE PERSONALIDAD:
Los rasgos definen la personalidad de cada individuo y el consenso de la psicología deportiva señala que son esenciales como factores psicológicos a la hora de evaluar y predecir el rendimiento de los deportistas.
La personalidad es definida como una organización dinámica a la vez que estable que resume la “receta” única que conforma cada persona, en la que los ingredientes serían sus formas de pensar, sentir y actuar.
Pero no hay que pecar de reduccionista y quedarse únicamente en los rasgos de personalidad de cada jugador: ¿Cuál es el resultado de combinar los rasgos de personalidad de la pareja de jugadores? ¿Cómo afecta a su juego dicha mezcla? ¿Surgen conflictos, o por el contrario encuentran soluciones con facilidad…?
CONTROL DE ACTIVACIÓN:
La activación o arousal es el grado de intensidad psicológica, conductual y fisiológica que una persona experimenta al efectuar tareas, como por ejemplo hacer un saque. La activación es un continuo fluctuante cuyos extremos van desde encontrarse dormido hasta sentir una excitación física y psicológica excesiva.
Para un jugador de pádel de élite saber regular las “válvulas” de su control de activación para que sea óptimo es vital para, entre otras cosas, controlar los altos niveles de ansiedad y estrés que surgen en competición.
VISUALIZACIÓN:
La visualización o práctica imaginada es una técnica cognitiva omnipresente en cualquier disciplina deportiva que ha tenido una acogida especialmente fructífera en el mundo del pádel, y no es para menos. Reúne lo que se conoce como la triple “E”: es una técnica eficaz, efectiva y eficiente.
Las técnicas psicológicas de imaginería son flexibles y dominarlas permite desde diseñar escenarios mentales para planificar tácticas de juego hasta mantener el dominio técnico en casos de lesiones incapacitantes… ¡Parece magia, pero simular entrenamientos mentalmente de forma rigurosa y disciplinada tiene un impacto real en el rendimiento deportivo!
Por si fuera poco, otra de las virtudes de la visualización es que sus posibilidades de uso son prácticamente ilimitadas. ¡Algo así como nuestra imaginación!
ATENCIÓN Y CONCENTRACIÓN:
Pocas capacidades psicológicas son tan relevantes para un jugador profesional de pádel como la atención y la concentración. Aunque ambos términos sean a menudo considerados como iguales, es preciso diferenciarlos.
La atención es una capacidad cognitiva-conductual que posibilita la percepción y recepción de información procedente de diversas fuentes sensoriales.
Aunque dentro de la atención existen más subtipos, destacan principalmente tres: la atención selectiva (la que se focaliza en estímulos perceptibles determinados ignorando el resto) la sostenida (también conocida como concentración, que implica el mantenimiento voluntario del proceso atencional durante largos períodos de tiempo) y la dividida (el total de recursos atencionales se divide o “reparte” entre distintos estímulos que han de ser atendidos simultáneamente).
COHESIÓN GRUPAL:
Como ya hemos comentado en posts previos, tenemos mucho ganado si jugamos con nuestra pareja como un equipo compenetrado, comunicativo, que se apoya y que se contagia emocionalmente de emociones positivas.
Pero ¿qué hay de la cohesión con el resto del equipo? ¿Cómo fluye la relación con nuestro entrenador? ¿Y con nuestro preparador físico? Y no podía faltar: ¿Tenemos buen feeling con nuestro psicólogo deportivo?
ÁMBITO PERSONAL Y SOCIAL:
Aunque sea evidente, no está de más recordarlo: los campeones de élite de pádel son, antes que nada, personas. Discuten, sufren, se entristecen, tienen malos días, se vienen abajo… Una pelea inoportuna con nuestra pareja (¡Esta vez hablamos de la sentimental!) puede “nublar” nuestras capacidades psicológicas y pasarle factura a nuestro rendimiento.
Por eso, una de las misiones más importantes que tenemos los psicólogos deportivos es asegurarnos de que todo va bien y si hay preocupaciones o problemas, coger el toro por los cuernos, ayudar a afrontarlos y superarlos. Como con otras tantas cosas en la vida, es más fácil decirlo que hacerlo…
¡Pero los psicólogos deportivos también entrenamos continuamente a nuestra manera para ser psicólogos de alto rendimiento!
¿POR QUÉ SON TAN IMPORTANTES LOS FACTORES PSICOLÓGICOS?
Si habéis llegado hasta aquí, estamos convencidos de que alguno de estos factores psicológicos ha captado vuestro interés, seáis del nivel que seáis.
Como mínimo, confiamos en haberos iluminado como jugadores de pádel o haberos descubierto algunos aspectos o posibilidades en los que no habíais reparado antes. ¡Si es así, hemos cumplido con nuestra misión semanal!
Nos despedimos con una razón con la que pretendemos hacer valer de forma definitiva la importancia de los factores psicológicos:
Está comprobado que a medida que el nivel de competición se vuelve más y más exigente, el dominio de las capacidades físicas, técnicas y tácticas difiere cada vez menos entre los jugadores.
Sin embargo, no ocurre en absoluto lo mismo con las capacidades psicológicas. Estamos acostumbrados a que nuestros entrenadores nos enseñen gestos y a depurar nuestra técnica pero no a rendir al máximo a nivel psicológico. Y ahí está la clave.
Es ese 25% del total el que marca la diferencia entre ganar un partido y ser el campeón del mundo.
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