Antes que nada felicitar a los campeones: Alejandra, Ari, Juan y Alejandro. Parece que siempre ganen los mismos, pero no es así. Y ganar una final de WPT desde el banquillo es muy importante.
Hemos vivido un domingo de emociones y de apuestas entre amigos en los distintos chats de pádel en los que estoy. Uno de ellos es el de AnalistasPadel en Telegram.
Nos ha revolucionado el cuarto campeonato consecutivo de estas dos bestias llamadas Ale y Lobo. Cuando dos tipos de más de 1,80 metros suben a la red, estás perdido. Demuestran clase, coraje, poder y tacto a la vez.
Los rivales no se las levantan porque están a merced de sus smashes. No se las cruzan porque se estiran como gatos. Y no se les puede dejar bolas a medio camino porque te rompen con sus voleas.
De momento Juan Lebrón y Alejandro Galán no tienen tope, y eso es indiscutible. Poker de campeonatos esta temporada.
Me ha encantado el detalle del Lobo acordándose de sus compañeros que no han podido estar por baja médica. Ha nombrado a todos, pero evidentemente el saludo iba en especial para Paquito Navarro y Pablo Lima, la pareja que peleará por el número 1 a final de temporada.
En el terreno de las féminas tengo que confesar que pensaba que era la etapa de vuelta de Marta y Paulita. De hecho, en el segundo set se veía venir una remontada y yo ya tenía el titular para el próximo artículo.
Pero dos momentos clave hacen volcar la balanza hacia el lado de Ari y de Alejandra. El 5-5 y el 3-3 del tie-break.
En el momento en que consiguen empatar a cinco juegos dentro del segundo set, el realizador de Gol Tv nos da la pista. Se ve la cara de Paulita a punto de restar el primer tanto y está negando con la cabeza. Y pasan a la imagen de Marta hablando y renegando del último punto.
Por eso he querido saber qué se cuece en el banquillo rival. Y si a estos pequeños detalles se les saca punta. Y para ello hablo con Manu Martín un rato después de comer. Está de vuelta a casa pero me atiende unos minutos, y yo se lo agradezco.
E: Manu, vengo a reivindicar la figura de los entrenadores…¡así que tú verás!
E: Dime qué puntos clave han tenido Ari y Ale en esta final.
M: La actitud y la lucha.
E: ¿Qué les dices antes de empezar?
M: Preparamos el partido el día anterior. Analizamos las situaciones tácticas que vamos a buscar.
E: ¿Tienen alguna consigna o puede variar dependiendo del rival?
M: No jugamos exactamente igual contra unas que contra otras. Intentamos tener un estilo de juego definido. Las chicas son muy valientes adelante y presionan con juego de volea, que sean peleonas atrás y correosas es la clave.
E: ¿Durante el partido habéis cambiado la táctica?
M: Siempre puede haber ajustes. Pasa por el estado del rendimiento de cualquiera de las cuatro jugadoras, o incluso según el estado físico de cada una. A veces soy yo el que lo ve, y en ocasiones las chicas me dan ese feedback necesario para rectificar.
E: ¿Es más difícil jugarle a Marta o a Paula Josemaría?
M: Cada uno tiene su «bestia negra». Pasa por momentos…pero no te puedo contar más secretos Enric -me confiesa con una sonrisa-.
E: ¿Cuándo viste que se podía conseguir el título?
M: Desde que vimos el cuadro siempre supimos que podíamos ganarlo. Aunque la realidad es que hasta la última bola no se puede decir nada seguro.
E: ¿La remontada del 5-5 fue clave?
M: Cuando el rival coge ventaja y no cierra el resultado (como en el caso del 5-2 a favor de Marta y Paula) lo que era una desventaja se convierte en una ventaja para nosotros. La debilidad se torna fortaleza.
Como veis, a este nivel el pádel no sólo es jugar bien en la cancha, o tener la mejor pala. Una vez me dijeron que en el pádel «la bola tiene ojos». En este caso los ojos de los números 1 están en el banquillo.
Las victorias no sólo se dan en la pistas, y no sólo las consiguen los buenos jugadores. Ganar una final de WPT desde el banquillo es, cada día, más importante.