Marta Marrero, número uno del pádel mundial femenino, fue contundente a la hora de dar su opinión sobre la vuelta a las pistas del World Padel Tour. La canaria cree que sería «un retroceso» jugar sin público en las gradas, algo que ve «complicado» para un deporte que vive un momento «de auge» en lo que se refiere a «practicantes, seguidores y difusión». Y matiza que «el pádel no es como el fútbol, que reúne a miles de aficionados ante el televisor», haciendo así hincapié en el calor del público que acude a las pruebas que se disputan en las ciudades.
En cuanto a la vuelta las pistas tras la crisis sanitaria del coronavirus, tiene «dudas» de que sea a corto plazo y, de regresar, antoja una temporada «súper apretada». No obstante, afirma sentirse preparada por la «base fuerte» realizada en pretemporada previa al WPT de Marbella, disputado el pasado 8 de marzo y que venció junto a la extremeña Paula Sanmartín. «Con dos o tres semanas de pretemporada podríamos rendir al máximo», argumenta.
Del 47 al 1 en poco más de una década
Marrero, que cambió la raqueta de tenis por la pala de pádel, ha disfrutado de una meteórica ascensión dentro del ranking femenino del circuito. En 2009 ocupaba el 47º lugar. Una posición que ahora mira desde lo alto gracias a su esfuerzo en la última década. Su doble vertiente le permite comparar el regreso de ambos deportes, opinando que los padelistas recuperarían antes el toque que los tenistas, ya que en tenis «se pierde más rápido el feeling con la raqueta y el tacto».
La canaria, residente en la localidad barcelonesa de Sant Cugat del Vallés, donde dirige un club de pádel, también se muestra preocupada por la situación económica sobrevenida por la aparición del Covid-19. «Muchos sponsors están sin trabajar y podrían modificar los compromisos de patrocinio con los jugadores». Sin embargo, no duda en comentar «lo más importante es que el virus se controle, se erradique y poder tener una vida normal», finaliza.