ADIÓS PÁDEL 2021: HOLA PÁDEL 2022.
Y se acabó el 2021. Hola 2022.
Sobrevivimos al Covid. A las cinco o seis olas. A las variantes de países exóticos.
Sobrivivimos también a los cierres de clubs indoors. A las americanas como solución a nuestro mono de pádel y a tantos torneos prohibidos.
Empezamos el año con miedo a mirar atrás, y absortos con las nuevas parejas que se rompían y formaban.
El pádel ha sobrevivido
Pasamos del Bela-Sanyo y Marrero-Paulita a los triunfos de los de siempre para volver a llevarse la corona. Galán y Lebrón, pese a los rumores sobre el malhumor del gaditano, siguen dando lecciones de campeón.
Las que arrancaron con buen pie, Ari Sánchez y Paulita Josemaría, mantuvieron sus triunfos hasta cinco veces, superando lesiones y Covid.
Se acabaron parejas míticas como Gemma Triay y Lucía Sainz, o Patty Llaguno y Eli Amatriain. Lo que sacudió la epidermis del pádel poniendo los pelos de punta.
También hubo baile en el lado masculino con Maxi Sánchez y Tito Allemandi tras sólo un torneo juntos. Mati Díaz y Silingo, o Botello y Ruíz.
Llegó el verano con cierta tranquilidad. Y eso lo aprovecharon Aranza Osoro y Victoria Iglesias para meterse un Challenger en el bolsillo. Su consolidación.
Lo mismo hicieron Momo González y Rico Dasi, por ejemplo. A la chita callando grandes talentos enseñando la patita por debajo de la puerta.
Mientras tanto, en Emiratos Árabes los jeques preparaban su gran ofensiva y su billetera. Y en el norte los suecos iban fichando a las estrellas del pádel, argentinos y españoles, para ser imagen de sus clubes.
Francia, Italia, Dinamarca y Portugal han hecho los deberes para ser «los mejores segundos». Y los amigos de Tennis Point esperan a las puertas de conectar Alemania con el mejor pádel mundial.
Fuimos campeones del mundo. Y campeonas.
Ya hace días que huele a Navidad. Padeleros y padeleras de todos los rincones del planeta ya han escrito en sus cartas a los Reyes Magos esa nueva Hack soñada o la pedazo de Starvie Raptor de Stupa.
Y cada año llegamos a estas fechas con las sorpresas y disgustos de última hora. Fulanito ha roto con… Menganita ha dejado a… Y nos llevamos las manos a la cabeza. ¿Cómo ha podido suceder?
Pero no sufráis demasiado porque parece que siempre pasa lo mismo: es un bonito ciclo que ojalá nunca se acabe y lo vivamos tan intensamente un año tras otro.
Por un 2022 libre de pandemia
Lo único que pido es que los jugadores y jugadoras top no tengan que volver a repetir una pretemporada de tres meses como después de la pandemia.
No más confinamientos, ni entrenos en el salón de sus casas. Ni directos en instagram. Ni hastags solidarios. Sólo queremos verlos jugar.
Yo recordaré el año del Y2K, cuando acababa el milenio y llegaba el temido apagón. El 2022 será el último año para renovar los votos con WPT, o no.
Spoiler: en 1999, en Los Ángeles, donde yo vivía, me quedé esperando esa desconexión del mundo moderno. Y ¿sabéis lo que pasó? Un bonito atardecer púrpura desde Hollywood Boulevard.
Los mejores deseos para este nuevo año
Ojalá todos volvamos a ver esos atardeceres, igual que antes. Y todo esto sea simplemente un baile de letras en torno al pádel.
Queridos y queridas, os deseo #mushopadel a aquellos que nos leéis. Que os traigan bonitos paleteros, grips, zapatillas, gafas Addictive y palas de las buenas.
Pero que piensen en vosotros siempre para una americana.
Que tengáis pocos roscos y os inviten a muchas cervezas después de los partidos que han de venir.
Y que tengáis pelotas nuevas indefinidamente en vuestras mochilas. Que vuestro compi nunca llegue tarde y siempre os cubra las subidas.
Que la saquéis fuera de pista por cuatro, cada dos por tres.
Por mi parte voy a pedir, si puedo, sólo un deseo en este deporte: seguir disfrutando mucho tiempo de Mapi y Majo. Lo demás es todo circunstancial, creedme.
Nos volvemos a leer en unos días. Porque por suerte, aún nos queda el tie-break.
ADIÓS PÁDEL 2021: HOLA PÁDEL 2022.
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