Hoy me gustaría hablaros de dos conceptos básicos muy importantes que debemos conocer y que con el conocimiento de ellos podemos mejorar nuestro rendimiento.
En pádel, podemos ver que el saber hacer y querer hacer no es lo mismo, independientemente del nivel que tengamos. Quiero tener un buen remate por tres y pongo todo mi empeño en ello, pero nunca consigo sacarla, o por el contrario, tengo la mejor técnica de la ciudad pero siempre me ganan rivales inferiores. Para entender esto, debemos tener claro el concepto de actitud y aptitud.
La aptitud comprende todas las habilidades que un jugador tiene y que su entrenador puede mejorar con el entrenamiento. Incluye todo el saber hacer individual y colectivo. Implica el tener buena coordinación, magnifica bandeja o buena visión táctica del juego, como ejemplo.
La actitud está más relacionada con el querer hacer, la voluntad y predisposición de hacer algo. Una buena predisposición para jugar favorece la concentración, la atención, la ambición y la motivación para querer conseguir los objetivos perseguidos.
La actitud es más decisiva que la aptitud y lo bueno es que esta última podemos elegirla. Todos tenemos una buena actitud cuando las cosas van bien, cuando ganamos partidos, cuando ganamos torneos, cuando somos protagonistas y todo nos sonríe. Sin embargo, ¿Cuál es nuestra actitud cuando vamos perdiendo, cuando no nos entra la bola, cuando mi compañero juega mal, cuando pierdo 6-0 6-0, cuando mi entrenador me regaña o jugamos contra un rival al que consideramos de antemano inferior o superior? ¿Cómo entreno el día después de que pase algo de esto? Ahí está la clave y por ello, todos los profesionales del circuito World Padel Tour integran un psicólogo deportivo en su equipo.
De nada sirve ser el mejor o tener buenas competencias en cualquier tarea si no tienes toda la voluntad y motivación para conseguirlas. La actitud se puede elegir. Hay quienes optan por una actitud de compromiso y de entrega, logrando sumar de forma exponencial las aptitudes de cada uno. Sin embargo, otros pueden relajarse en su capacidad, en su “poder”, y elegir una actitud cumplidora, relajada, confiada que puede afectar mucho en el posible potencial de talento de un jugador.
La actitud que tomas en los entrenamientos se ve reflejado en la competición a posteriori. Si entrenas con actitud, obtendrás más confianza en los golpes o en la táctica impartida por tu entrenador y si tienes más confianza en todo lo que has entrenado, mejor lo harás en el torneo.
Tu cambio de actitud potencia tu aptitud, elige bien.
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