La guerra entre World Padel Tour y los jugadores es evidente e indiscriminada y ninguna de las partes contempla por el momento ceder
El 1 de diciembre ya informábamos en Analistas de la ruptura total entre las posturas de WPT y los jugadores, pero ahora la brecha está mas abierta que nunca y la relación parece irreconciliable. El 27 de noviembre concluía el plazo que WPT dio a los deportistas para firmar el nuevo contrato, hecho que nunca llegó a producirse.
La Asociación de Pádel Profesional (PPA), que representa a los jugadores masculinos, emitía hace unos días un comunicado oficial como respuesta, en el que intentaba esclarecer su posición ante lo ocurrido. Denunciaban a WPT por amenazar con expulsar a los profesionales del circuito si no firmaban el nuevo contrato, cuando siempre se ha podido participar con normalidad sin tener un contrato firmado.
También denunciaba que WPT decida expulsar del circuito a los jugadores entre las posiciones 1 y 150 que se encuentren sin contrato en vigor para 2023. La PPA se mostraba muy afectada y solicitaba el apoyo de las marcas y patrocinadores frente a la «coacción y el chantaje» del histórico circuito.
La posición de WPT, desde que denunciara a los propios deportistas por participar en las pruebas de Premier Padel, nunca ha sido conciliadora sino más bien agresiva y tajante. Se limitan a defender que o bien los jugadores firman el nuevo contrato, aceptando las nuevas cláusulas de exclusividad que explicábamos aquí, y pudiendo jugar casi únicamente los torneos de esta entidad, o bien estos serán sancionados o incluso excluidos del circuito.
Hace dos días, World Padel Tour emitía un nuevo comunicado como respuesta a las acusaciones de la PPA. La organización se defendía alegando que los jugadores tienen plena libertad para «adherirse o no a nuestro Circuito.»
La asociación de jugadoras emite su comunicado
Ayer, día 13 de diciembre, la International Padel Players Association (IPPA) sacaba a la luz su visión de la situación y su posición en esta batalla de egos en su cuenta de Instagram.
En su comunicado, la IPPA manifiesta que reprueba «cualquier práctica que suponga coartar la libertad de las jugadoras» y que «impida su participación en el circuito femenino WPT 2023 si no se acepta un contrato que las vinculará durante 5 años en unas condiciones unilateralmente fiadas por una parte.»
«Pretender impedir la participación en el circuito a aquellas jugadoras que hasta la fecha
habían participado en circuito WPT sin contrato cumpliendo toda la normativa deportiva, salvo que acepten y se adhieran a las condiciones impuestas por WPT/SPE, sin capacidad de negociación, atenta a los principios más básicos de la buena fe en el deporte, y quienes desde esta posición de prevalencia fomentan, promueven y llevan a la práctica estos comportamientos no merecen sino el mayor de los reproches morales y de ética deportiva, por cuanto son conocedores que muchas de las Jugadoras que no podrán participar, si no se doblegan a sus condiciones, son menores de edad.»
La posición del circuito femenino es clara y contundente. La conclusión es que WPT está en una situación comprometida y que su postura agresiva y desafiante solo ha alterado los ánimos de los deportistas, en lugar de apaciguarlos.
Veremos cómo termina esta guerra y cómo empieza la temporada que viene. Lo que está claro es que el reclamo en el deporte son los deportistas y quizá eso haga que en esta guerra haya una parte que tiene más que perder que otra.
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