El eterno debate se acaba aquí. ¿Está el pádel a la altura del tenis profesional?
Pues bien, una imagen (o varias) valen más que mil palabras.
O como diría mi madre: «para muestra un botón».
En la primera foto os mostramos a un tenista profesional atendido por un médico profesional del Masters 1000 de Roma, Italia. Resultado: higiene y mascarilla en su debido sitio.
Segunda foto: médico profesional atendiendo a Silingo a pie de pista en el WPT de Sardegna. Mascarilla en el codo.
Tercera foto: el presidente de la FIP (Federación Internacional de Pádel), Luigi Carraro entregando los premios en WPT Sardegna sin mascarilla.
En las tres circunstancias la mascarilla es obligatoria. No quiere decir que signifique un peligro máximo para nadie, evidentemente, pero sí es una falta de delicadez hacia al espectador.
De todos es sabido que el deportista de élite es un ejemplo para la sociedad. O debería serlo. Así como los representantes de esas competiciones.
¿Por qué creéis que los suplentes de un partido de fútbol están en la grada de un estadio con mascarilla? Nadie duda de que mantienen la distancia de seguridad. Todos pasan los controles y tests para ser negativos en Covid-19. Pero lo hacen para dar ejemplo.
Miles de ojos los observan. Muchos quieren ser como ellos. Por eso es importante que sean respetuosos con las normas que todo hijo de vecino debe cumplir. Aunque no nos gusten, aunque no sean nuestros ideales políticos. Aunque no nos creamos la mitad de cosas que nos dicen. A pesar de que no nos muestren estudios médicos que confirmen sus teorías.
Cada vez que hablo con jugadores profesionales de pádel intento preguntarles qué mejorarían en este mundillo en el que se mueven. Respecto a normas, instituciones, compañeros, marcas, reglamentos…
Todos o casi todos incluyen en sus respuestas «que el pádel sea más profesional».
En mi última entrevista a Mati Díaz en Padelona me decía exactamente eso, que podamos tener un respaldo más profesional. Me lo dicen casi todas las jugadoras. Me lo dijeron desde los jugadores top ten más jóvenes hasta los más veteranos que han visto crecer el pádel.
Hoy en día se tienen unas retransmisiones más bonitas y de mejor factura a nivel audiovisual. Felicitamos a Nacho Palencia porque es un gran comunicador. Y a los comentaristas que WPT añade a las retransmisiones (mi favorito es Pablo Aymá).
Pero estas cosas hay que cuidarlas. Pulirlas. Mimarlas. Porque si no se corre el riesgo de que la élite mundial se vea reflejada como en un torneo de club de barrio. Que los que no conocen el pádel piensen que son cuatro amigos que juegan un rato a un deporte minoritario.
El pádel crece desde abajo. Desde los amateurs que jugamos fatal pero nos dedicamos los siete días de la semana a leer noticias y ver youtube. Hasta las federaciones y campeonatos que hacen que veamos a las estrellas de este lindo deporte.
De minoritario nada. Somos el deporte más practicado en España después del fútbol. Y tenemos más licencias ya que en el tenis. Así que hagámoslo bien.
Y en ese «hagámoslo» me incluyo. Intento dar opiniones críticas pero constructivas. Alentar a aquellos que no conocen lo de las bandejas y las contraparedes. No nos pongáis bozal, no vamos en contra de nadie, sino a favor de todos.
¿Está el pádel a la altura del tenis profesional? En cuanto a organización no. En cuanto a deporte integrador, sí.