Eso me dijo el otro día Miquel Martí, una de las caras más visibles del pádel adaptado en Cataluña. «La paraplejia no pudo con Miquel». Tal cual. No está solo. Alberto Pacho, Rubén Castilla o Víctor Carretón a través de www.padelsilla.org le acompañan. La Fundación Damm, los miembros de Sinred en Vigo como Joaquín Guisande, Alberto Abalde y Álvaro Llobre. O Rafi Muñoz, Sara Ramírez y Antonio Valero en Das Más Pádel en Andalucía. No me quiero dejar a nadie, por fortuna hay muchos más.
Le llamo porque quiero escribir un artículo sobre pádel en silla. Igual no lo sabéis pero está siendo una modalidad de nuestro deporte cada vez más practicada. Creo que la labor fundamental de este sector del pádel es la integración. No quiero basarme en los tecnicismos, sus reglas, etc. Le digo a Miquel que para mí lo importante es reflejar la ayuda que dan a mucha gente.
Estoy seguro que el 100 % de las personas que lo practican les gustaría no hacerlo. Es una idea extraña: lo han elegido ellos mismos pero por alguna situación a la que no hubieran querido llegar.
El ejemplo de Miquel siempre me estremece. Me viene a la cabeza muy de vez en cuando. Veo a mucha gente en silla de ruedas y se me eriza la piel. Cuando nos cruzamos con alguien y mis hijos me preguntan, intento hablarles de Miquel. Y en cambio, siempre me sale una sonrisa.
Cuando lo entrevisté la primera vez en Radio Marca vi a un hombre risueño y en forma. Tiene unos brazos fuertes, lleva perilla como yo, pero su tupé aventaja al mío. Siempre le acompaña algo de Nox, la marca que ha confiado en él desde hace mucho tiempo. Y su silla de ruedas.
Le pregunto cómo llegó ahí, a esa silla. «Fue un accidente laboral. En 2010 sufro una descarga eléctrica que me produce una caída y ésta una fractura en la vértebra dorsal 4. Me diagnostican paraplejia y gracias al Instituto Guttman vuelvo a vivir la vida otra vez.»
Después de un tiempo ingresado empiezo a recuperar mi vida con la máxima normalidad posible. «Pruebo baloncesto, natación…pero no me llenan.». Descubre el pádel, del que dice que «es más inclusivo que otros deportes y hay muy buen rollo entre todos. Las cervezas caen en el tercer tiempo como vosotros.»
Campeón de Cataluña 2016, 2017 y 2018. Miquel es una de las caras visibles, comprometidas y amables de esta modalidad. Como Albert Llovera, Mónica Ridao o Alvin Bayona.
«Cuesta mucho llegar a los campeonatos, no sólo por la calidad de los contrincantes. A nivel económico tiene un coste alto: desplazamientos, movilidad. Necesitamos dos sillas, una para jugar y otra para la vida diaria. La Federación de Discapacitados no ayuda mucho, nos dan un roll-up y una caja de pelotas Head». No estaría de más si nos leen las federaciones (las que sean) pudieran ayudar económicamente a estos jabatos.
No acabo el artículo sin emocionarme. En esta cuarentena he leído un libro sobre meterse en la piel del otro para mejorar el sistema de marketing de una empresa. También me ha servido, sin saberlo, para hacerlo de manera personal. Tengo dos hijos y pienso en esa caída de Miquel. Todos podemos ser Miquel o Raúl, para lo bueno o para lo malo.
Dicen que el cerebro tiene una capacidad extraordinaria para olvidar lo peor de nuestro pasado. La paraplejia no pudo con Miquel, ni con tantos otros y otras.
Por suerte, el pádel tiene la capacidad para traernos a nuestro presente a gente como Miquel Martí.