MushopádeL y Miguel Lamperti Si yo fuera él, me escribiría estas letras.
Me refiero a que Miguel Lamperti y yo somos casi de la misma quinta. Y os aseguro que, si yo ahora mismo estuviera entre los mejores del mundo, me sentiría muy orgulloso.
Es un tío alto, delgado, canoso, y tiene más pinta de científico despistado que de Richard Gere argentino. Dicen los expertos que se le conocía como El Rifle por su pegada, pero la gente lo conoce simplemente como Lamperti.
Miguel, nacido en Bahía Blanca en el 78, es (según cuentan los responsables de la marca) y será la imagen de NOX hasta el final. No sé si se ven identificados con su buen juego o con su espectáculo, o con ambos.
Al final eso es lo que queremos, the show must go on, y con Lamperti lo tenemos asegurado.
Últimamente ha buscado el apoyo de dos pipiolos que la tocan, y mucho. Coello se lo arrebató al mismísimo Bela. Y con Mike Yanguas estamos asistiendo a una lanzadera de rookie que dará mucho que hablar.
Experiencia y coraje
Como en las pelis americanas: el poli viejo y el poli joven unen sus cualidades (experiencia y coraje) y hacen chistes malos para que el público se ría en sus asientos.
Lamperti es aquel jugador que ya no existe. Las nuevas generaciones se matan en los gimnasios, tienen entrenadores, fisios, psicólogos, representantes, nutricionistas, asesores, ¡incluso coche oficial!
Todo lo contrario a él. Mantiene esa figura sin hacer una dieta estricta. Le gusta la música, el asado, y todo lo que sea socializar.
Recuerdo cómo rememoraba en Padelona cuando tenían que coger un coche entre cuatro o cinco jugadores para recorrer mil kilómetros hasta llegar a un torneo. O como, entre risas, apostaba contra los que se creían muy buenos jugando y les ganaba él solo contra dos.
De Lamperti nos quedamos con sus arengas al público. Este año Valencia fue un auténtico espectáculo. Hasta Mike Yanguas se creció y gritaba al público, movidos ambos por la euforia.
A Lamperti no hay que medirlo en resultados. Desde hace tiempo no gana ningún WPT, ni falta que le hace. Él vive cómodamente con mujer y sueldo, y hace lo que le gusta, que es jugar al pádel. What else? – diría otro canoso emblemático -.
Él lo sabe, cuando se retire seguirá dando su criterio y su saber a la marca que confió en su estilo rebelde. Y la ML10 se perpetuará en las pistas de todo el mundo, desde Estocolmo hasta Cádiz, desde China hasta la Patagonia.
No sé si existe algo más difícil que eso. Los récords siempre acaban batiéndose. El carisma no se compra ni se vende.
Vale la pena esperar a la próxima etapa WPT para ver con qué nos va a sorprender.
Miguelito, que no pare la música, que sigas dándonos #MushopadeL algunos años más. Los viejos rockeros del pádel te apoyamos y somos legión.
Así que Mushopádel y Miguel Lamperti.
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