Historia de una superación en el pádel
Eso le dijeron a Xavier Martínez en una consulta de traumatología de un hospital de Barcelona. ¡No volverás a hacer deporte! Después de una dura entrada en un campo de fútbol donde le reventaron el brazo de una patada, Xavier Martínez fue ingresado en urgencias. Le enyesaron el brazo y, tras una negligencia médica de la persona que le atendió, le tuvieron que sacar el radio.
Si eres deportista y me lees seguro te estás poniendo en su piel. Ese escalofrío por la nuca imaginando el dolor. Te dicen que se acabó el deporte para ti y lo mínimo que entras es en depresión. No es el caso de Xavier, el cual se puso manos a la obra para rehabilitar ese brazo defenestrado por la medicina. Después de varios meses conoció el pádel. Nuestro deporte integrador de causas perdidas. Y se enamoró.
El final de la historia es que Xavier lleva siete años como monitor en el Maresme Pádel Club, con ocho horas de pádel al día enseñando a niños y mayores, todo un desafío conseguido. Según el propio protagonista «el pádel me salvó y me abrió puertas», «no creían que lo conseguiría pero yo no tenía ninguna duda». Xavier es una de las caras más amables de esta zona al norte de Barcelona. Todo el mundo lo conoce y le pide consejo. Es la imagen que define a un embajador.
Cuando empezó a recuperarse se dio cuenta de que el gran hándicap de su brazo era que apenas podía sostener peso. Un amigo suyo fabricante de palas le propuso superar ese reto también. «Te voy a fabricar una pala sólo para tus necesidades». Y de ahí nació la X9 . Una pala versátil, de muy poco peso y con forma de diamante sin puente. Eso hace que el punto dulce sea mucho más amplio y ayuda a los niveles iniciáticos. Su compuesto de fibra de vidrio con goma blanda la hace ligera y que despida muy rápido la pelota. El principal obstáculo a batir es la vibración puesto que el brazo de Xavier no lo aguantaría. Tras más de un año probando mezclas y densidades con prototipos al final lo consiguieron. La vibración es dirigida hacia le marco, éste lleva goma hasta la empuñadura y por ahí se disipa dicha vibración.
Y no os creáis que es un objeto único e intransferible, ahora cientos de personas empuñan la X9 en pistas de pádel de todo el país.
Xavier Martínez, una historia de superación humana y padelera. Descubrió el deporte rey, el pádel (esto es una afirmación personal) y aparcó el fútbol. Superó el «¡no volverás a hacer deporte!» para llegar a ser profesor de pádel pero, sobretodo, para seguir disfrutando de jugar al aire libre y de socializar con sus alumnos. No encontramos un mejor objetivo que ese para traspasar muros y vencer el «no podrás».
En eso estamos. Escribiendo desde casa pero imaginándonos en una pista verde entre cuatro paredes de cristal. Con mascarilla, oliendo a gel desinfectante, incluso con ropa de astronauta si hace falta…pero superando ese «no volverás a jugar», ¡no volverás a hacer deporte! y cambiándolo por un ¡Hola pádel, ya hemos vuelto!»