Algunos consejos antes de que elijas tu próxima pala. El pádel se ha convertido en un regalo habitual cada Navidad, pero no merece la pena comprar por comprar.
En estas fechas del año se acumulan una serie de condiciones que provocan que el pádel aumente sus ventas sin disimulo. Las marcas sacan sus modelos nuevos para la próxima temporada, por tanto, los del curso actual bajan sus precios, y encima, la Navidad hace que nuestro deporte sea un regalo muy recurrente.
Entre los productos de esta temporada, los de otras anteriores y los nuevos de cada marca, la oferta es enorme y muchas veces cuesta encontrar diferencias claras entre unos y otros. El precio es casi siempre una de ellas, y normalmente influye en lo que se acaba comprando más que las cualidades de la pala que van a influenciar el juego.
Desde hace unos meses trabajo en una tienda de pádel y el poder estar en contacto con palas de todas las marcas y tratar con compradores a diario me ha hecho darme cuenta de algunas pautas generales que pueden ayudar a cualquier persona a la hora de decidirse. Hay que decir que la mayor parte de los clientes no son jugadores muy avanzados y esta información es para esa mayoría, el resto quizá vea esto que voy a comentar como algo obvio.
3 Formas de pala
Lo primero será elegir qué forma beneficia más a nuestro estilo de juego. Es lo más básico, así que tampoco quiero entretenerme mucho aquí; redonda si priorizamos el control y la manejabilidad, diamante si buscamos más potencia en golpes aéreos o lágrima si nos seduce algo intermedio.
Fibra de carbono
El factor más importante ahora es el material. ¡Busquemos carbono! Es el material de las palas de gama alta y es el que mejor funciona y el más resistente. Hay muchas palas que son de fibra de vidrio o ‘fibrix’ como lo llaman algunas marcas, que, aunque no nos van a dar un rendimiento malo, no están a la altura de las de carbono.
Más precio no es más calidad
Seguro que más de uno se ha alarmado con este párrafo pensando que por buscar carbono en las palas tendremos que gastar un dineral, pero ahí voy con el tercer punto: el precio de una pala no indica su calidad. Podemos encontrar palas de carbono a precios muy competitivos, por 100€, o incluso por menos, y eso no significa que sean peores. Mucha gente piensa que si una pala es barata no puede ser buena y que debe invertir un dineral para tener algo decente.
Tendemos a asociar el precio con la calidad y es un grave error. Hay marcas que no invierten en publicidad o en patrocinar jugadores o en intermediarios, que pueden permitirse crear un producto de alta calidad por un precio muy razonable. El problema es que marcas grandes hacen uso de la confianza que ya hay en su nombre y del “caché” que debería dar usar su logo para inflar los precios. Todo está en cuánto queramos gastar y en la importancia que demos al logo que haya en nuestra pala.
Entender qué tipo de goma lleva la pala
Otro factor a tener en cuenta es la goma que lleva la pala. Normalmente, las palas de ataque llevan gomas más duras y las de control gomas más blandas, pero esto no siempre es así, y es importante que nos fijemos. Además de la densidad del carbono, cuántos más k’s tenga, más duro (1k, 3k, 12k, 18k, 21k o 24k), la goma es un elemento clave para determinar la dureza de la pala.
Esto depende mucho de la marca, hay algunas que usan por norma general gomas más duras y otras que usan gomas más blandas. Puede darse el caso de que una pala redonda, de control, lleve una goma media o dura para compensar y no restar consistencia en golpes ofensivos, y lo mismo puede pasar exactamente al revés.
Para elegir bien aquí, volvemos al primer paso, que es esencial, saber qué tipo de pala nos beneficia y por qué. Una goma blanda hará que tengamos mayor manejo y comodidad en golpes de fondo y golpes defensivos como el globo, y una goma más dura despedirá más la bola cuando impactemos con ella, en situaciones de voleas en red o bandejas y víboras, por ejemplo.
Como ven, las combinaciones pueden ser infinitas, y si buscamos palas con ‘x’ características concretas seguramente encontraremos muchos modelos que encajen con la descripción.
La gama de variedad de palas y de marcas cada vez es más grande, pero si una pala es la mejor para nuestro juego y se adapta bien solo lo descubriremos una vez estemos en pista. Aún así, estos consejos creo que pueden ser muy útiles para empezar a descartar opciones y filtrar de forma radical.
Como conclusión repetiré que no hace falta gastarse mucho dinero para tener una buena pala y que por tener más nombre no tienen por qué ser mejores marcas.
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