The Lörd of the Green es un recurso estilístico que he usado con la excusa de contaros una aparición que me ha traido nostalgia y buenos recuerdos.
Esta mañana he desayunado con mi amigo Santi, él es la cara visible de la marca de palas Lörd, entre otras cosas.
Mientras rompíamos el inicio de la jornada con un zumo de naranja en un pequeño bar de la céntrica Via Layetana de Barcelona me ha dicho con una sonrisa: Enric, vuelve tu pala.
Desde junio de 2021 yo soy uno de los embajadores de la firma catalana Just Ten, pero tenía razón a medias, ya que la Lörd Green fue mi arma en mis inicios.
Recuerdo que empecé a jugar asíduamente en el Club Vilasport, hoy rebautizado como Vila A+, en la zona del Maresme de Barcelona. Mi amigo y compañero en Padelona, Mario (el del Cuestionario), me propuso unirme a las americanas que se hacían los viernes.
Ahí me enamoré del pádel social. El amateur. El del 99% de los que jugamos a pádel. El ambiente era tan bueno que también me sumé a las americanas del martes.
Privilegiados por disfrutar de un club acogedor y tranquilo, con vistas al mar, las mañanas soleadas y con buen clima del que presumimos en muchas zonas de España. Y ahí estaba yo, intentando volcar el tenis de mis primeros 20 años de vida.
Empecé destrozando (literalmente) una Drop Shot que me habían regalado y gracias a mi amigo Gabi (El Guti) descubrí esta maravilla. La Lörd Lagoon.
Una pala redondita, de poco peso, goma EVA, que me permitía nadar entre dos aguas: la potencia y el control. Una todoterreno facilita para un novato como yo que pegaba liftado como si aún estuviera en tierra batida.
Mis recuerdos esta mañana volaron a aquellas matinales de hace 4 años. 2017. Acababa de vender un restaurante y me había quitado la presión de los que hemos sufrido la hostelería como gerentes.
No lo sabía pero me quedaba todo por descubrir. Y eso que aún no sé ni la mitad. Tenía que conocer Pim Pam Pádel, que luego se convirtió en Padelcrush. Tenía que parir a Padelona. Empezar a cerrar contratos con jugadores/as WPT de la mano de Audilegem, y meter un pie en el pádel profesional.
Más tarde apareció Lolo, en pleno confinamiento. Y me convertí en «analista«. Bueno, en «opinionista» mejor dicho.
Luego ha venido Nunito, Arkosports, y veo que esto no va a parar. Ojalá.
Hay proyectos muy muy interesantes. Algunos relacionados con televisión. Otros con circuitos profesionales. También están mis amigos de Tokenyx, que van un paso por delante y son el futuro.
Mucho pádel, o #mushopadel, como decimos en Padelona. Este deporte te envenena la sangre (esto es muy carnavalero y gaditano) y no te deja respirar sin pensar en torneos, partidos, debates…
Ahora vuelve la maravilla de Lörd Green, y yo os recomiendo que, si podéis probarla, lo hagáis. No pueden emplear mucho presupuesto en marketing, pero es un palón. Detrás de esa marca está el gigante Jani Gisbert, sinónimo de buen juego y mejor gestión.
Ya sabéis, si queréis ser el Lörd of the Green, a partir de ahora tenéis una versión «reborn». No viene con anillo…pero seguro que va ser «vuestro tessssoro».